La tarde
termina y a pesar de que me ha cabreado
mucho el tema de “Christine”, bueno, los dos momentos técnicamente
irrespetuosos hacia mí: llevarla del brazo por el centro comercial y equivocarse de
nombre mientras me besa, decido no ser tan susceptible y dejarlo correr. No me
gusta estar de mal humor, soy una persona tranquila, alegre y abierta. Si
ocurren cosas malas siempre les doy la vuelta para ver el lado positivo, no me
puedo dejar llevar por la ira. Además el “momento Aladín” me ha provocado tanta risa que se me ha ido la mala leche que llevaba encima y me he sentido
liberada. Luke no tiene motivos para mentirme. Oficialmente nadie sabe que
somos novios así que tampoco debería ser un problema estar con su novia si es
lo que quiere y dejarme plantada a mí… pero él ha dicho que quiere estar
conmigo … entonces le voy a creer. Pero claro, si nadie sabe que somos novios y
el tiene novia, entonces yo me convierto en “la otra”. Uy uy uy uy, esto no me
gusta nada. A lo mejor me estoy comiendo mucho la cabeza, pero no se si soy tan
lista como me creo …
Las chicas me
invitan a salir a tomar unas copas esta noche, y “por mis huevos” que esta
noche voy a salir. Me aseguro de que Luke lo oiga, y me pongo un buen perfume y
pintalabios justo antes de despedirme de todos con una gran sonrisa.
Las chicas
salimos a disfrutar de una noche a solas. Me alegro mucho del gesto que han
tenido conmigo, pues creo que sobretodo lo hacen para distraerme y que se me
quite el efecto “cubo de agua fría” que me he llevado esta tarde al ver a Luke
con Christine.
Nos vamos a
un bar del Sunset Boulevard. No es el mismo bar dónde estuvimos el otro día, en
éste el ambiente es un poquito más salvaje, las chicas enseñan mucha piel y los
hombres son muy descarados al mirarnos nada más entrar.
Está claro
que llamamos la atención, somos JLG (jóvenes listas y guapas) y entramos entre
risas sin saber el plan que nos espera.
Nos acercamos
a la barra mientras unos cuantos hombres nos miran de arriba abajo aprobando
con sus miradas nuestra constitución física. Las chicas que están bailando en
la pista nos miran sorprendidas y nos sonríen amistosamente.
Me da la
sensación de que esto no es un bar normal, pero, aunque podría parecer un club
de striptease o algo así, creo que no lo es.
- ¿De que va
este bar? – pregunto inocentemente.
- ¿No lo
sabes? – responde Amanda.
- Noooo ,
¿debería? – pregunto de nuevo.
- Pues es un
bar al que vas a buscar un ligue para una noche. Cuando tienes ganas de pasarlo
bien y no complicarte la vida, puedes ir a sitios como este y no hace falta
venderte como lista, romántica o lo que sea. Si quieres follar lo dices y
punto. Si ves a algún chico que te guste se lo pides y probablemente tendrás
una noche inolvidable.
- Ostras ….
Yo no tengo ganas de sexo justamente – digo – pero tampoco tenía ni idea que
hubiera bares así. En realidad en España si vas a cualquier bar y lo dices
tienes muchas probabilidades de llevártelo a casa, pero claro, tu reputación se
verá afectada. …. Está bien el concepto … tomo nota!
Nos tomamos
unas copas tranquilamente. Lindsey y Susan tienen novio pero Amanda y Helen no,
así que se ponen a mirar a los chicos muy directamente.
- Me gusta el
rubio que está en el billar - dice Helen - Lo siento chicas, pero os voy a
plantar – y se dirige decidida a la zona de la barra más cercana a la mesa de
billar mirando directamente al chico en cuestión.
- Ostras
tu!!! Que huevos tiene Helen ! – digo.
- Pues sí.
Aquí en América lo de “las apariencias y la hipocresía” se lleva mucho en la
calle, pero si somos honestas con nuestros instintos y lo que realmente
queremos hacer, este es el sitio ideal – dice Amanda.
- ¿Has venido
muchas veces? – le pregunto a Amanda.
- No muchas,
pero siempre que he venido me lo he pasado muy bien. Ya me entiendes – dice
guiñándome un ojo.
- Entiendo,
entiendo … y luego no les has vuelto a ver? – pregunto de nuevo.
- No, nunca
les he vuelto a ver, pero no me importaría si apareciera por aquí el último con
el que me lo monté …. Mmmm …. Todavía me tiemblan las piernas – dice Amanda.
Nos
terminamos la primera bebida y empezamos con la segunda. Helen ha entablado
conversación con el joven ya mencionado y por lo que parece están haciendo
buenas migas. Ella está hablándole al oído y él la coge por la cintura mientras
sujeta el palo de billar de pie a su lado.
Lo siento,
pero aunque soy una buena chica, la situación empieza a calentarme y me estoy empezando
a ponerme cachonda. ¿Por qué nunca he hecho algo así? Bueno, lo de Luke ha sido
bastante loco e incluso promiscuo según para quién pero siempre he pensado en
él como en alguien con el que quiero tener una relación, no como un cuerpo con
el que retozar y punto ….
Sigo mirando
a Helen y cada vez la veo más contenta. No para de reír y su cuerpo está casi
pegado al del joven. La pierna derecha de Helen rodea la pierna izquierda del
chico mientras ella pone su culo encima de la mesa de billar …. Mientras tanto,
Helen pasa su dedo índice por el palo de billar bajando desde su punta hasta
encontrar la mano del joven. Él la mira y pone el palo encima de la mesa. Se acerca
a ella y abre sus piernas con las manos para colocarse entre ellas. Helen lleva
pantalones vaqueros ajustados. Tiene un cuerpo muy bonito, la piel oscura y los
labios muy sexys.
Estoy a punto
de girarme pero la verdad es que estamos todas embobadas mirando lo que pasará
entre ellos. No creo que van a montárselo aquí delante de todo el mundo … ¿O
sí? Estoy alucinando y me siento excitada. No se como están mis otras
amigas pero claro, de aquí no nos podemos ir sin Helen … La verdad es que el chico
es muy atractivo y parece que le da igual que tanto los hombres como las
mujeres allí presentes les estén mirando. A Helen no se si le importa, pero por
lo que parece hasta ahora, no le importa mucho. Realmente los tiene bien
puestos. Miro a mis amigas. Ellas levantan las cejas y sonríen con los labios
apretados, creo que casi tan alucinadas como yo.
Lindsey se da
la vuelta, no quiere mirar más, pero Amanda nota como alguien la se le acerca
por detrás y le roza el pelo.
Amanda se
gira y ve a un hombre bastante mayor que ella sonriéndole. Ella le mira y
aunque el hombre es atractivo, y está realmente caliente debido al espectáculo
que está montando Helen decide no entrar en contacto con él y le rechaza
diciendo que está ahora en medio de una conversación importante.
- Quizás otro
día – le dice.
El hombre se
retira educadamente y nos saluda a todas. Yo lo estoy empezando a pasar mal. Me
encanta la idea del bar, pero no se si va conmigo. Yo necesito sexo, eso sí,
pero no con cualquiera. No quiero que se me acerquen … quizás otro día, otro
mes, otro año, pero ahora sólo quiero a Luke …. Y el cabrón está con Christine
y van a dormir en la misma casa esta noche otra vez….
- Chicas
tengo que ir al baño –digo.
- Te
acompañamos – dicen todas a la vez.
Empezamos a
caminar en dirección al baño. Está justo al lado de la mesa de billar, tenemos
que pasar por delante de Helen y el chico misterioso. Yo estoy realmente
flipando …. Helen está medio desnuda encima de la mesa. - - ¿Cuándo ha ocurrido
esto? - me digo a mi misma.
Hay algunos
hombres y mujeres mirando, pero nadie se acerca. Eso está bien, son respetuosos
y nadie interfiere … pero me parece tan fuerte …. Nunca me hubiera imaginado a
Helen, la adorable elfo de piel ligeramente tostada tirada encima de una mesa
de billar esperando sexo con un desconocido en un lugar publico y a la vista de todos ….
- Como diría
mi madre : “ ver para creer”.
Cuando
salimos del baño, Helen está de pie de la mano del joven y provocativo “motero”
y nos dice que se va a retirar unos minutos al “privado” que está justo unos
metros más atrás.
- ¿Me podéis
esperar? Yo creo que en 20 minutos estoy. No quiero volver a casa sola después
del show que he montado ….
- Pues te lo
podías haber pensado antes – pienso yo – aunque de repente me viene a la mente
la escena de la noche anterior bajo el árbol y con las cámaras de seguridad
enfocando probablemente a nuestros bonitos traseros.
- Sí claro –
dice Lindsey – que te vaya muy bien. Te esperamos aquí . CABRONA!!!!! – dice
riendo.
- Te
esperamos, claro, para que están sino las amigas – dice Amanda – pero el
próximo día me toca a mi!!
- No te
preocupes por nosotras! Disfruta!!! Aquí te esperamos !! – digo yo.
Y Helen se
gira en bragas y sujetador caminando alegremente hacia un cuarto al final del
pasillo.
Nos sentamos
a esperar. La situación es surrealista, pero en el fondo, todas nos alegramos
por ella y esperamos que si otra día una de nosotras tiene un plan similar, las
demás la esperen para acompañarla a casa sana y salva.
Helen sale
sonriendo al cabo de unos minutos y le da un buen morreo al chico mientras le
saluda con la mano.
Se acerca a
nosotras y dice:
- Ya nos
podemos ir.
- Pues muy
bien, pero ahora queremos todos los detalles – dice Lindsey.
Y nos vamos
de ese bar al que seguro volveré cuando “mis ovarios” sean tan cuadrados como
los de Helen entre risas tal y como habíamos entrado.
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