Ella se sentía transportada, él no hizo ningún
movimiento que pudiera ofenderla o violentarla, ella, poniéndose de puntillas y
notando el olor tan masculino, se acercó un poco más a su oído y le dijo
suavemente: con esta música no hace falta
que bailemos a un palmo de distancia! Los dos sonrieron y se acercaron más,
para bailar un poco más juntitos, sintiendo los latidos de su corazón… hasta
que las canciones lentas acabaron.
Siguieron bailando, dando vueltas juntos, los dos
incansables. De pronto él le tomó la mano y le dijo, mirándola a los ojos, que
se quedaría más tranquilo si la acompañaba al salir, por si alguno de los
“moscones” la estaba esperando fuera. Ella contestó que no hacía falta, que
tenía su coche aparcado muy cerca, pero él insistió y entonces ella, sin
pensarlo, aceptó su invitación.
Ella estaba impresionada de su galantería, ya no
quedan hombres así hoy en día. Salieron juntos, y estuvieron charlando al lado
del coche. Estaba encantada, le pasaba el tiempo sin darse cuenta, le temblaban
las piernas cada vez que por casualidad se rozaban, estaba muy a gusto y de
pronto se sorprendió a si misma diciéndole si quería entrar en el coche para
escuchar música, en lugar de estar allí los dos de pie ….
Estallaron en carcajadas y se sentaron juntos, muy
juntos, en el coche, escuchando música
romántica y charlando y charlando …..Se hizo bastante tarde y Paty le preguntó
dónde vivía y si había venido en coche. James le indicó que había venido
caminando, que le gustaba mucho andar y ella, para corresponder a su
amabilidad, se ofreció a acercarle a su casa.
Allí se despidieron con dos besos de amigos y
quedaron para verse el próximo jueves en la misma discoteca. Pero antes de
volverse para irse, él no pudo resistir
a la tentación y le dio un suave y ligero beso en los labios. Inmediatamente le
preguntó si la había molestado, a lo que ella contestó besándole también, de
forma muy suave y tierna al principio y después con un beso apasionado,
lamiendo y sorbiendo sus labios delicada y deliciosamente.
Ambos se abrazaron, respirando rápidamente, el pulso
de los dos muy acelerado, sintiendo los latidos de sus corazones latir
acompasadamente. Allí volvieron a despedirse, jadeantes, con ganas de seguir
juntos, pero sin querer ir más deprisa por el momento, querían disfrutar de su
compañía y querían averiguar qué sentirían cuando volvieran a verse.
Cuando ella llegó a casa, temblando por lo que
estaba sintiendo, se dio cuenta que la química y la atracción que había sentido
desde hacía días por ese hombre, James, la habían hecho ser un poco imprudente,
porque ¿quién le decía que no era un sádico o un pervertido? Pero realmente su
instinto no le había fallado, porque si él hubiera querido hacerle daño, podía
haberlo hecho en cualquier momento, sobre todo cuando ella le ofreció entrar en
el coche para estar sentados, charlando y escuchando música.
Se había comportado como un gentleman, de los que ya
no quedan, y eso a ella todavía le había gustado más. No le gustaban los
hombres que “van a saco”, como se dice vulgarmente, y desde luego ella tampoco
era de esa clase de personas.
Él le dio su número de teléfono, increíble, él se lo
había dejado en casa, pero le dijo su número a Paty y le pidió que le hiciera
una llamada perdida para poder grabar su número. Ella le envió un WhatsAap en
cuanto llegó a casa, diciéndole “Hola, soy Paty”, inmediatamente él sorprendido
le contestó. Pensaba que ella no le enviaría nada hasta el día siguiente.
Paty estaba sudada, excitada y decidió irse a
dormir, aunque estaba muy desvelada, pero al día siguiente había que ir a
trabajar así que no había más remedio… aunque no podía dormirse pensando en
James. Finalmente cuando lo hizo tuvo sueños eróticos, hacía tiempo que ya no
los tenía, se despertó sin saber muy bien qué ocurría, no recordaba todo el
sueño, pero acababa de tener un orgasmo increíble, en brazos de James.
Paty, Paty, te estás poniedo calentita, di que si, chica, ya te tocaba, después de dos divorcios aun no te habias estrenado, pues ala, ese pedazso de orgasmo increible a la salud de ese James: gentleman, tipazo, marchoso, galante, caballero y bailongo....de momento, "que te quiten lo bailao"
ResponderEliminarEl amor a cierta edad es diferente por lo ya vivido pero nunca es tarde.Esta sintiendo cosas diferentes nuevas sensaciones la esencia del deseo ,sexo y pasión. Ufffff quisiera ser Paty ahora mismo
ResponderEliminarEsta historia se pone más interesante cada vez, parece que Paty empieza a sentirse atraída y muy excitada con James, por fin ha encontrado un hombre a su gusto, bailongo como ella, gentil y muy varonil y ademas sabe besar muy bien, esperemos que en el sexo también funcionen, estoy deseando leer el próximo capítulo
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