Pero de todos los temas que habían hablado, los
estuvo repasando mentalmente y realmente tenían gustos similares y
ideológicamente también y tenían valores muy claros, en los que también
coincidían perfectamente. Políticamente los dos eran personas de izquierdas,
comprometidas, en contra de las injusticias sociales y enfadadas con la clase
política en general.
Ambos creían en la igualdad de derechos y
obligaciones entre hombres y mujeres. Incluso en el sexo parecían estar de
acuerdo, a ninguno de los dos les gustaba el sexo con personas desconocidas y
si no tenían una relación con alguien, preferían satisfacer sus cuerpos y darse
placer cuando les apetecía antes que ir con cualquiera. Eso era más “normal” en
una mujer, pero menos frecuente en un hombre, o al menos eso creía ella.
¿Y ahora qué? – pensó Paty. Había conocido por fin
al hombre al que había estado observando disimuladamente en la discoteca.
Llevaba semanas pensando en él, preguntándose si se conocerían, si
congeniarían, si se gustarían, si se desearían (ella ya le deseaba, je je ¡y
mucho!). Pero la verdad era que ni en sueños había imaginado que podría sentir
lo que había sentido con él durante ese intenso fin de semana y que estaba
segura que él había sentido lo mismo, el fuego y la pasión que les abrasaba era
mutuo, en eso no se podía mentir, se notaba, flotaba en el aire. Y no sólo era
sexo, era un sentimiento muy muy intenso por parte de los dos…………
Llegó por fin al trabajo, aparcó el coche e intentó
concentrarse. En cuanto llegó, una compañera, con la que tenía más confianza,
Cris, le dijo que estaba radiante, guapísima, que hacía tiempo que no la veía
así ….…. que tenía el “guapo subido” y que le brillaban los ojos.
Paty sonrió de forma enigmática y le dijo que sólo
era que había tomado el sol y se había bañado en la playa y relajado durante el
fin de semana, que no pasaba nada más. Cris no la creyó, por supuesto, pero no
insistió, sabía que Paty era muy reservada con su vida privada, pero “tenía la
mosca tras la oreja” como se dice vulgarmente, así que se propuso averiguar qué
pasaba y sonsacarla durante el desayuno.
Paty vio que tenía una reunión de coordinación.
¡Uuuuufff, que lata, lunes a las 9 h. poner esta reunión!. Menos mal que había
dejado los temas preparados el viernes, por si acaso. Normalmente esta reunión
la hacían los martes, pero esta semana faltaba uno de los directores, que
estaría en el extranjero, así que la habían cambiado al lunes.
Normalmente Paty estaba siempre muy atenta,
especialmente en las reuniones de coordinación con los directores, pero hoy
realmente estaba con la mente en otra parte, recordando y rememorando los
momentos íntimos vividos con James. Tenía ganas de volver a estar con él, de
volver a verle, de besarle, de abrazarle, de estrecharle entre sus brazos, de
acariciarle, de hacer el amor con él una y otra vez.
Waaaau, se estaba excitando, notó cómo tenía
pequeñas contracciones de intenso placer y notó que se estaba mojando. Sus
mejillas se pusieron rojas de repente, alguien la vio y dijo que hacía calor,
que modificaran el termostato del aire acondicionado …..
Paty estaba avergonzada, pero por suerte nadie
parecía haberse dado cuenta de nada, siguieron con la reunión y ella intentó
centrarse, pero su cabeza volvía una y otra vez a James …… Finalmente le tocó a
ella hacer su exposición y haciendo un enorme esfuerzo consiguió explicar bien
su propuesta y ésta fue aceptada por unanimidad. ¡Menos mal que lo tenía todo
preparado desde el viernes! Estaba contenta de haber superado la prueba.
Pero desde que había visto a James hacía semanas tenía dudas y ahora que por fin se habían confirmado sus expectativas con él, que ya sabía cómo era, cuánto le gustaba, cuánto placer se habían dado mutuamente y lo a gusto que estaban juntos, hablando, paseando, nadando, comiendo, bailando, etc. se estaba preguntando si esto podría ser amor. Inmediatamente pasó a preguntarse si él sentiría lo mismo. En aquel momento su móvil vibró, era un whatsAap - ¡menos mal que lo había dejado en silencio!
Miró disimuladamente y si, era JAMES. Le pedía
disculpas por molestarla en el trabajo, pero no había podido evitar el impuso
de decirle lo bien que había estado con ella el fin de semana, que hacía tiempo
que no se sentía tan feliz y que quería volver a verla lo antes posible para
hablar de sus sentimientos.
El corazón de Paty dio un vuelco. ¡Ella estaba pensando
eso mismo en aquel momento! Contestó disimuladamente y con brevedad: Reunida,
te llamo a las 14 h. para quedar, ¿ok? Ok- respondió James.
Estuvo muy ocupada durante toda la mañana, rehuyó a
Cris, que insistía en tomar un café con ella, pero finalmente pudo salir a las
14 h. para comer algo y volver al trabajo hasta las 17 h. Llamó a James, las
piernas le temblaban. El dijo que estaba en una comida de trabajo, que no podía
hablar mucho. Brevemente le propuso verse esa noche pero ella no podía, había quedado
con su madre para ir de compras y
después ir juntas a cenar. Ella propuso el Martes, pero él no podía, tenía
partido de tenis con los amigos del gimnasio y cena después. Así que quedaron
para el miércoles.
Llegó a casa y al entrar notó todavía el perfume de
él en la casa. Abrió más las ventanas, recorrió cada uno de los rincones de la
casa donde se habían abrazado y deseado con tanta pasión. Volvió a sentir en su
piel los escalofríos de placer, sintió que otra vez se excitaba con el recuerdo
de todo lo vivido y se dijo que tenía que seguir adelante con su vida, que no
podía estar todo el día “caliente”. Fue a darse una buena ducha fría, ¡tenía
que ir a buscar a su madre!
Se puso unos jeans y una camiseta color fuxia,
bastante ceñida, que marcaba sus curvas. Apenas se maquilló, sólo un poco los
labios, porque como estaba bronceada no lo necesitaba. Se calzó unas sandalias
bonitas pero cómodas y se fue caminando a casa de su madre, que vivía a 10
minutos de allí.
Su madre la conocía muy bien. En cuanto la vio le
dijo que estaba preciosa, radiante, y como su compañera Cris, le dijo
inmediatamente que le brillaban los ojos. A su madre no la podía engañar. La
conocía demasiado bien. Tenía muy buena relación con ella. Era una mujer
adelantada a su época, con una mentalidad moderna para su edad y muy
comprensiva. Había aceptado sin rechistar sus dos divorcios, respetando en todo
momento sus decisiones, ayudándola en los momentos de “bajón”.
Le preguntó si había conocido a alguien, y ella,
sonriendo, la abrazó, le dijo que era una “brujita buena” y que sí había
conocido a alguien, pero que era pronto para hablar de él todavía. Como siempre
su madre, comprensiva, aceptó y respetó su decisión y le dijo que cuando
quisiera hablar de ello, la escucharía con mucho gusto, incluso podría darle
algunos consejos, je je, ya se sabe,
“sabe más el diablo por viejo que por diablo”. Rieron las dos con ganas.
Su madre era viuda. Su marido, el padre de Paty
había muerto cuando Paty tenía 20 años. Había tenido a Paty con sólo 20 y al
cabo de tres años su madre se volvió a casar, era todavía muy joven y guapa,
sólo tenía 43 años y era una mujer muy sensual. Tenía una muy buena relación
con su marido. Su madre era una mujer todavía muy atractiva y no aparentaba ni
mucho menos los 65 años que tenía. Siempre había dado buenos consejos
a Paty, que tenía su genética, porque tampoco aparentaba la edad que tenía.
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