lunes, 18 de agosto de 2014

CAPITULO 12: SINCRONIZACION

James la tomó entre sus brazos, abrazándola, frotándole la espalda para que entrara en calor. La besó suavemente en los ojos, la frente, las orejas, chupó suavemente sus lóbulos, besó su naricita respingona, ella reía, le estaba haciendo cosquillas, ella ya no podía esperar a besarle en los labios, pero él no la dejó, bajó my despacio por su cuello, pero no podría bajar más porque ella llevaba un grueso jersey de lana, que la verdad, ya empezaba a molestarla, pues empezaba a sentir calor en todo su cuerpo.

La excitación empezaba apoderarse de ella, oh, no, tan pronto,  ……. Pero ya le deseaba con todas sus fuerzas, notaba cómo se estaba mojando las braguitas …..Ella hizo ademán de quitarse el jersey, pero él se adelantó y se lo quitó de forma lenta pero firmemente, mirando cómo sus pechos asomaban por debajo, deleitándose con la visión de la bonita lencería negra de encaje que ella llevaba debajo: muy adecuado para la nieve, si señora - dijo él, riendo y sin dejar de mirarla.

Con deseo, pero controlándose al mismo tiempo. No podía apartar los ojos de sus pechos, envueltos en esa lencería tan sexy, sus manos fueron a acariciarlos con suavidad al principio, con avidez después. Ella se sentía desfallecer. Empezó a acariciarle también a él, por encima del grueso sweater de lana que todavía tenía puesto.

Se incorporó por sorpresa y se puso encima de él, que estaba encantado. Paty enseguida notó su erección, uuuuuuffff, ¡que pronto se ponía en forma, ja ja!. Entonces se dio cuenta que todavía tenían puestas las botas de montaña, se arrodilló y bajó hasta las botas de James, intentando quitárselas, pero no podía, tenían un broche especial de seguridad y ella no sabía abrirlo, eran tan grandes, ja ja.

¿Qué pie calzas? – le preguntó, sin dejar de mirarle de forma seductora, aunque en el fondo se sentía un poco ridícula en sujetador y con botas de montaña, ja ja, no era la escena que había imaginado, pero también tenía su encanto.

Un 47 de zapatos y un 48 de botas – contestó él, divertido, Su pie parecía tan enorme al lado de aquella encantadora mujercita. Ven, pequeña, yo me las quito – le dijo, volviendo a taparla con la manta para que no se enfriara (ella pensó que también para no seguir mirando esos pechos con la voracidad de un lobo a punto de atacar). Vio que la estaba deseando tanto, que pensaba que iba a romper los calzoncillos con la tremenda erección que estaba teniendo.

Mientras él se descalzaba, por un momento completamente distraído, ella, a traición, le metió mano dentro del pantalón y sacó su pene y de forma inmediata y muy ágil, flexionándose, se lo puso en la boca y empezó a chupar y succionar con gran deseo. No podía esperar más, estaba completamente excitada, con sus piernas encima de las de él.

James soltó un gemido de placer y sin demorarse ni un segundo más cogió las pequeñas  botas de Paty – (del 37, ja ja) y se las sacó de un tirón, junto con los calcetines de lana, inclinándose para besarle al mismo tiempo los pies. Ella seguía con su pene en la boca, en una posición extraña pero que les complacía a los dos.

De repente James se retorció para poder quitarse el pantalón y quitárselo a ella, que no había dejado de succionarle ni un segundo, su cara roja de calor y deseo. El delicadamente le dio la vuelta, para poder hacer también con ella sexo oral y darle tanto placer como le estaba dando a él. Cuando ella vio lo que pretendía, le ayudó para facilitar la posición y quería quitarse las braguitas, pero James no quiso, eran tan bonitas, negras de encaje como el sujetador: ¡era tan femenina, tan sensual, tan sexy y tan elegante al mismo tiempo!

James quiso disfrutar de la belleza de esa preciosa y delicada lencería, verla entera en esa bonita ropa interior, así que le abrió con cuidado la braguita por una lado sin quitarla y sin romperla y empezó a lamer los delicados labios de su vulva, succionando su clítoris, dando pequeños tirones de él, agrandándolo con la excitación que ella estaba sintiendo y haciendo un enorme esfuerzo para no tener su orgasmo.

Ella ya llevaba un buen ratito “poniéndose las botas” comiéndole, lamiéndole y tocándole a su antojo, cambiando sabiamente de posición cuando notaba que él ya no podría aguantar más, alternando con pequeños mordisquitos en sus largas y musculosas piernas, su torso, su fuerte y musculoso vientre, volviendo de nuevo ansiosamente al pene y los testículos, uuuuuuuuuuuaaaaaaa.

James ya no podía más. De pronto notó cómo ella empezaba a respirar mucho más rápido, a gemir acaloradamente, a suspirar y notó que estaba a punto de llegar al orgasmo. No pudo contenerse y la avisó, le dijo que él también iba a tenerlo ya, y ella asintió con la cabeza: sigue, vamos a tenerlo juntos – le dijo.

El no pudo más, apartó ligeramente la cabeza de ella para no correrse en su boca (no sabía si a ella le podía gustar o le podía molestar, no habían hablado de ello todavía) y ambos dieron rienda suelta al placer que había desatado el deseo y la pasión que ambos sentían. Ella se arqueó totalmente, gimiendo y gritando, él la tuvo que sujetar fuertemente para que no cayera. Mientras, él llegó también al orgasmo y gritó de placer, rociando con su esperma los pechos de ella, el delicado sujetador impregnado de la esencia de su masculinidad, gimiendo y respirando con dificultad ambos, quedando uno en brazos del otro hasta recuperar el aliento………

La despertó la música del despertador. Acababa de tener uno de los orgasmos más intensos de su vida, pero ¿qué pasaba?, oh, estaba en casa, sola en su cama, sudando, encendida de pasión, todo había sido un sueño …..pero su orgasmo había sido más que real, oooooooohhhhh, qué placer había tenido, el mejor sueño erótico que había tenido en su vida, tan real y con tantos detalles que parecía como si lo estuviera viviendo todavía…….

Tenía que levantarse para ir a trabajar ¿se atrevería a contarle a James algún día el excitante sueño que había tenido? En aquel momento le entró un whatsAap.  Era James, que le decía: “buenos días princesa, esta noche he soñado contigo, ha sido un sueño erótico maravilloso, el mejor y el más real que he tenido en mi vida. No sé si me atreveré a contártelo algún día. No puedo esperar a mañana para volver a verte”.

Paty se quedó de una pieza. ¡Era increíble, ambos habían tenido sueños eróticos al mismo tiempo! Le contestó apresuradamente: “Yo también he tenido un sueño erótico maravilloso contigo. El mío ha sido con “final feliz”, ja ja. ¿Y el tuyo? Si quieres cuando nos veamos nos los podemos contar mutuamente (no sé si me atreveré con todos los detalles, ja ja). Pero he de ir a ducharme ahora, he de ir al trabajo y todavía estoy “caliente”, waaaauuu! Besos y hasta mañana. Tengo muchas ganas de verte yo también”.



3 comentarios:

  1. Sueño o realidad que bonito relato.Tiempo hay para poderlo experimentar

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  2. Caramba, menudo sueño cito, me he encendido como una bombilla, wau!

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  3. Uuuffff, cuando e encuentren esos dos de verdad, van a salir chispas con el deseo ke van a sentir.

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