domingo, 14 de septiembre de 2014

CAPITULO 16: MÁS Y MÁS

Sus deseos son órdenes para mí – dijo él. Aquí me tienes, haz conmigo lo que quieras. Te arrepentirás de haberlo dicho, ja ja – rió ella, sintiéndose como una chiquilla a la que le habían dado el juguete que más deseaba. Voy a hacerte llorar de cosquillas, ja ja. Y dicho y hecho, pasó a la acción, recorriendo todo su cuerpo con la delicada pluma, buscando si tenía un punto débil. Y lo encontró, ja ja, cuando pasó por debajo de su axila a él se le erizaron los pelos del brazo y del pecho.

¡Te pillé! – le dijo ella. Te voy a machacar, ja ja. No, por favor - decía él, riendo tan fuerte que se le caía alguna lágrima - por favor ¡para, para! Por fin ella se compadeció y dejó de hacerle cosquillas en la axila. Pero entonces hizo una travesura, con la pluma acarició sin previo aviso el pene de él. Él no se lo esperaba y tuvo una sacudida de placer y de deseo.

¡Ah, sí! ¿Quieres jugar, eh? – dijo. Te vas a enterar, pequeñaja ¡ahora vas a ver! Sin previo aviso se levantó del sofá, Paty se había quedado sorprendida, no reaccionaba y cuando le vio delante de ella, todo lo alto que era, con su erección apuntándola directamente, como una flecha, casi se asustó. Por un momento pensó que se había enfadado de verdad, pero vio una sonrisa risueña en sus labios y sus ojos la miraban con pasión y se reían también.

Ella no podía dejar de mirar su erección, ¡le deseaba tanto! y le dijo: he sido una chica mala, voy a pedirte perdón de rodillas. Y dicho y hecho, sin dejarle tiempo para responder, se arrodilló y cogió con fruición su pene entre sus manos, lo acarició y lo metió suavemente en su boca, lamiendo con placer y con deseo. Él no se lo esperaba y tuvo un espasmo de placer.

Ella siguió y siguió lamiéndole, comiéndole, suavemente, profundamente, acariciando y presionando sus testículos a la vez, como ya sabía que le gustaba, y sintiendo cómo la respiración de él se aceleraba hasta que le suplicó que parase, que ya no aguantaba más, que estaba a punto de correrse. Que ya estaba totalmente perdonada.

Ella estaba tan excitada que no quería parar, estaba tan mojada que sentía que sus fluidos resbalaban por su entrepierna. Él la tomó por los hombros, tirando de ella hacia arriba para ayudarla a incorporarse y la besó en los labios, los ojos, la boca, las orejas. ¡No podía parar de besarla, estaba como loco! Bajó a sus pechos y sus pezones, que estaban duros como piedras. La tomó por la cintura y la depositó encima del sofá.

Empezó a recorrer todo su cuerpo con su lengua, con sus manos, sin dejar ni un centímetro por acariciar. Ella estaba extasiada, gozando intensamente con cada caricia, mirándole a veces a los ojos y cerrando sus ojos algunas veces cuando el placer era tan intenso que estaba a punto de explotar, pero entonces él paraba y la miraba a los ojos, con su sonrisa retadora, hasta que finalmente también ella suplicó, no pares, por favor, sigue, no vuelvas a parar, por favor, por favor….

¿De veras te gusta, cielo? Eres una mujer  muy sensible y muy apasionada. Quiero darte mucho placer, mucho, mucho……. A lo que ella respondió, oh, entonces sigue así como lo estabas haciendo hace unos segundos. Dime lo que quieres y lo haré – dijo él. Pídemelo y te complaceré. Ella no se atrevía, pero lo deseaba tanto…le cogió por el cuello, lo acercó a su sexo y le dijo muy, muy bajito, por favor, por favor, pásame la lengua aquí, como sólo tú sabes hacerlo, por favor……

Él ya estaba haciendo gustoso lo que Paty le pedía, esta vez lo estaba haciendo muuuuuuuy despacio. Ella movía acompasadamente su pelvis, ayudándole y de pronto cogió con más fuerza su cabeza, indicándole el ritmo que deseaba, el ritmo que necesitaba, su respiración era muy agitada, estaba sofocada, no podía soportar más, el siguió  y siguió hasta que ella finalmente tuvo un orgasmo fantástico, intenso, ¡aaaaaahhhhhhhh!

James sintió cómo ella se estremecía de tal forma que casi no podía sujetarla, su espalda arqueada, su frente perlada de gotitas de sudor, la sujetó con fuerza, estrechándola en sus brazos. Calma, princesa, tranquila, estoy aquí – le decía él, tratando de tranquilizarla. ¡Ooooohhhhh James, ha sido fantástico, no me sueltes por favor, abrázame más fuerte!

Él lo hizo y ella notó su erección contra su cuerpo. Entonces le acarició, y él respondió a sus caricias, ella le sintió todavía más duro entre sus manos. James le preguntó si podía penetrarla, si no estaba demasiado cansada y ella le dijo que también lo estaba deseando. James entonces tomó un condón del bolsillo del pantalón, que estaba allí mismo, tirado en el suelo, y se lo puso rápidamente,…..

Estaba impaciente por sentirse dentro de ella, mojado de ella, sentir su calor y sentir cómo su sexo le oprimía con sus deliciosas contracciones de placer y de excitación……Con cuidado de no hacerle daño, él entró por fin, penetrándola totalmente, llenándola plenamente de su deseo y de su pasión y quizás de algo más………ahora no podía pensar, deseaba fundirse con ella, sentirla desfallecer, unirse en ese íntimo abrazo que les volvía locos a los dos.

Ella abrió los ojos y le miró muy seria y le dijo que quería mirarle a la cara cuando tuviera su orgasmo, que siempre lo tenían juntos y que no podía apreciar su expresión porque ella estaba teniendo también otro orgasmo y gozando al máximo. Ahora, que ella ya había tenido varios, quería experimentar la sensación de verle a él correrse en su interior.


Él protestó, diciendo que quería que ella se corriera también, pero ella insistió, diciendo que su mayor deseo en ese momento era verle a él, que eso la excitaba enormemente. Quería ver su mirada, sentir sus espasmos de placer plenamente, notar sus contracciones,  como él sentía las de ella cuando ella lo tenía. Le dijo que intentaba concentrarse en sentirle a él, que haría lo posible por no correrse para poder apreciar su orgasmo.

Él estaba sorprendido, pero estaba tan excitado y ella insistió tanto que empezó a acompasar sus movimientos para llegar al placer como ella le había pedido. James empezó a moverse ágilmente, acompasadamente, rítmicamente, ooooohhh, qué placer, waaaaau, estaba sintiendo cómo ella le miraba, cómo ella acompasaba sus movimientos de caderas y pelvis para acoplarse a los de él.

Las manos de Paty le recorrían la espalda, sin dejar de mirarle, después pasaron a sus hombros y cuello, bajando a sus pezones. Los temblores y sacudidas de placer de James eran muy fuertes y ella  miraba su enorme y musculoso cuerpo encima de ella, sacudiéndose de placer mientras entraba y salía sin parar de su cuerpo. De pronto, él abrió los ojos desmesuradamente y empezó a temblar, se estaba corriendo como nunca, sintiéndose observado por ella, deseado, y esto le excitaba todavía más.

Verle así la excitó tanto que, sin poder evitarlo, al verle gozar de forma tan intensa, tuvo también un penetrante placer que le provocó que tuviera otro fuerte orgasmo. Esto no estaba previsto, puesto que ella había intentado evitarlo y casi lo había conseguido, pero al final la visión de James gozando extasiado penetrándola con fuerza pero con su delicadeza habitual, consciente de su peso y de su fuerza, para no lastimarla, le hizo perder el control.

Paty no lo pudo soportar más. Fue algo inevitable, incontrolable, temblaba toda en sus brazos, como una muñeca agitada por el viento. Él apenas se estaba recuperando de su orgasmo, pero se dio cuenta de lo que pasaba y la sujetó contra su cuerpo, estrechándola y sintiendo a su vez el orgasmo de ella, cómo su esencia de mujer le acariciaba su sexo con sus espasmos y contracciones de placer, con su pene todavía bastante erecto dentro de ella.

Fue una sensación nunca vivida por ellos hasta ese momento. Por fin se fueron calmando, sus aceleradas respiraciones se fueron acompasando, estaban sudorosos los dos, el esfuerzo había sido fuerte. Paty miró el reloj, eran las 2 de la madrugada. ¡Llevaban casi dos horas dándose placer el uno al otro, haciendo el amor apasionadamente!


Pero también pensó que estaban sintiendo muchas otras cosas al mismo tiempo, no sólo deseo y pasión. ¿O se lo estaba imaginando y James gozaba del sexo con ella, de forma sana pero sin más sentimientos de por medio? Tendré que averiguarlo, y también aclararme yo al respecto – se dijo a sí misma.


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2 comentarios:

  1. Vaya, realmente lo pasan bien estos dos, que envidia (sana, eh), habrá que tomar nota e intentar pasarlo así de bien, la verdad es que vale la pena. Se me están ocurriendo algunas ideas gracias a este relato.... ja os contaré si me salen bien

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    1. Cuenta, cuenta, yo también quiero probar cositas. Las podemos compartir en el blog, así tomamos nota

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