sábado, 20 de septiembre de 2014

CAPITULO 18: HABLANDO DE AMOR?

Quizás para él era sólo una forma cariñosa de hablar y ella estaba exagerando el significado. Realmente era un hombre muy muy cariñoso, aparte de muy apasionado, pero esas palabras no las decía sólo en los momentos apasionados, tendría que averiguar, cuando hablara con él, lo que para él significaba.

Ella era más reservada con su lenguaje, no era tan abierta y espontánea, tenía un poco de “sentido del ridículo” y había estado a punto de llamarle tesoro dos veces, en momentos muy íntimos, y finalmente se había contenido para no llevar a confusión lo que estaba sintiendo, puesto que ni ella misma estaba segura de sus sentimientos. Tendremos que hablar largo y tendido de todo esto, parece que él también lo desea, así que ya veremos, pero realmente siento que estamos empezando algo muy muy importante, al menos para mí.

Paty conducía como una autómata, ensimismada en sus pensamientos.  De pronto, el coche que tenía delante frenó de golpe, pasaba un perro por la carretera y casi lo pilla. Paty reaccionó con rapidez, justo a tiempo, su coche quedó a escasamente un centímetro del de delante. Uuuf, por poco - pensó. Después del frenazo y de comprobar que no había pasado nada, que todo había quedado en un susto, se centró en la conducción y en el trabajo, dejando para después el pensar en lo que sentía por James.

Las horas fueron pasando. A mediodía él le envió un corto mensajito, diciéndole que pensaba en ella y que tenía ganas de verla, a lo que ella le contestó que ella se sentía igual. Por fin Paty había podido terminar su jornada laboral a tiempo y a las 6 de la tarde en punto se dirigió a su casa, cantando alegremente con la música de Gloria Stefan en el coche.

Faltaban sólo 5 minutos para las 7 y Paty ya estaba recién duchada, acababa de servirse una copita de vino blanco que sostenía en la mano y acababa de sentarse cómodamente en el sofá. Estaba cogiendo el teléfono para llamarle, quería demostrarle que ella también tenía iniciativa y no era de las que esperaban que el hombre lo hiciera todo, pero en ese preciso instante sonó su móvil.

¡Caramba, qué puntual, se me ha adelantado, no me ha dejado tiempo para llamarle yo! – se dijo para sí misma. Impulsivamente y sin mirar, convencida de que era James, contestó contenta: ¡qué tal, chico sexy! ¿Te atreves a plancharme el vestido que arrugamos ayer? Ja ja

¿Eh? ¿Qué? ¿Cómo? Paty ¿eres tú? Paty se quedó helada ¡no era James! ¡Madre mía, qué ridículo tan espantoso había hecho! Pero esa voz, ahora estaba desconcertada, conocía la voz, pero estaba tan desconectada de todo lo que no fuera James en aquel momento, que no podía concentrarse en otra cosa. Por fin, la voz al otro lado del teléfono repitió: Paty ¿eres tú?

Oh, sí – contestó ella apresuradamente. Disculpa, te había confundido con otra persona. Era un compañero de trabajo, que quería hacerle una consulta. Se disculpó por llamarla a casa fuera del horario laboral, pero era un tema urgente que había surgido después que ella se marchara. Ella le dijo que no se preocupara, intentó concentrarse en el trabajo y estuvieron hablando del tema unos 5 minutos, hasta que se pusieron de acuerdo en cómo solucionar el tema.

Se despidieron y él muy cordialmente le volvió a pedir disculpas y le dijo que para compensarla por robarle parte de su tiempo libre, estaría encantado de invitarla a tomar una copa. Le dijo que últimamente estaba muy guapa, que era una mujer muy atractiva e interesante y bla bla bla. Uuuuuuffff Paty pensó: ¿ha sido todo una excusa para intentar ligar conmigo? Después se contestó ella misma – vamos Paty, no seas malpensada, es un buen compañero que sólo quiere ser amable.

Paty le dijo que no tenía importancia y que no tenía que compensarla por nada. Que podía contar con ella para cualquier tema relacionado con el trabajo (dejando claro que SÓLO tema trabajo). Era un hombre agradable y atractivo. Estaba casado y con hijos de corta edad, que hasta ahora nunca se había insinuado.

Así que no le dio más importancia y no pensó más en ello, pensó que se había equivocado y había malinterpretado su amabilidad. Le dijo hasta mañana y se despidieron, no sin que él insistiera en invitarla a tomar una copa cuando ella quisiera.

Cuando colgó vio que tenía  una llamada perdida, era James, por supuesto, siempre tan puntual. Le devolvió la llamada, le explicó la “plancha” nunca mejor dicho, que acababa de hacer al teléfono cuando pensó que era él y los dos rieron  con ganas.  Quedaron en dar un paseo por la playa, hacía una tarde preciosa. Quedaron en encontrarse en la heladería donde se vieron con sus amigos.

Paty se vistió rápidamente, estaba un poco asustada de lo que sentía por James. Estaba ansiosa por verle, le temblaban un poco las piernas. Hacía mucho tiempo que no se sentía así. Pensó en los momentos vividos con él y notó que su temperatura corporal subía de inmediato. Intentó concentrarse en la ropa para vestirse: se puso unos leguins azul turquesa, con una camiseta ajustada de color blanco.

Se calzó unas cómodas sandalias. Si iban a pasear no eran adecuados unos tacones como los de la otra noche, ja ja. Un poco de perfume suave, rímel en las pestañas y brillo en los labios y nada más. Se miró al espejo: sencilla y elegante - pensó. ¿Quizás demasiado sencilla? Cogió un collar con bolitas turquesa y se lo puso. Mejor, un toque de color en su cuello y pendientes a juego, divertidos y veraniegos.

Un toque importante para ella, “como siempre, conjuntada”, como le decían siempre sus amigas. Le gustaba cuidar todos los detalles, lo había “heredado” de su madre, que tenía muy buen gusto. Cogió un pequeño bolso y metió dentro un foulard blanco enorme por si refrescaba, poder ponérselo por los hombros. Salió con el tiempo justo para llegar a la hora convenida.

Él ya la estaba esperando cuando llegó. Lucía jeans blanco, con un polo azul-verde turquesa. Parecía que iban de conjunto pero al revés, se miraron intensamente, se sonrieron y se besaron largamente. Estaban en  medio del paseo, cogidos de las manos y besándose, sin percatarse de nada de lo que ocurría a su alrededor.

Finalmente se soltaron y decidieron sentarse a tomar un delicioso helado. Ninguno de los dos hablaba. Ambos tenían sentimientos muy fuertes hacia la otra persona y ambos querían aclarar lo que sentían, pero ninguno de los dos decía nada de momento. Estaban allí, tomados de las manos, mirándose casi sorprendidos de la intensidad de lo que sentían y ambos preguntándose si el otro sentía lo mismo.

Llegaron las copas de helado. ¡Waaau, preciosas! les habían puesto bengalas de colores, a ella siempre le habían parecido un poco “horteras”, pero en ese momento le parecieron realmente bonitas. Empezaron a comer cada uno su respectivo helado, comentando ambos que estaba delicioso. Se dieron a probar mutuamente, lamiendo con gusto la cucharilla, dejándola completamente limpia.

Realmente estos helados son excelentes – dijo James. Sí, creo que son italianos – contestó Paty, mientras gozaba del helado (y de la compañía, por supuesto).  El la estaba mirando con esa mirada suya, profunda, intensa, que la hacía temblar por dentro. Ella no bajó los ojos, sostuvo su mirada también, aunque estaba sintiéndose un poco azorada. Notaba su perfume, tan masculino y se estaba poniendo muy nerviosa……

Volvieron a sonreír, él le limpió el labio con una servilleta, puesto que tenía un poco de helado en la comisura de la boca, y se acercó a ella, besándola suavemente de nuevo. Ella le devolvió el beso, sintiendo que toda ella temblaba por dentro. Notó que él la tomaba de la mano y la acercó más hacia él, abrazándola contra su pecho. Ella percibió entonces que él también temblaba. No pudo soportarlo más y Paty dijo: ¿Qué nos está pasando……..?

James no la dejó seguir, y le dijo: Paty, en ese momento yo estoy temblando por dentro, no puedo dejar de mirarte, no puedo dejar de pensar en los momentos que hemos vivido juntos, te tengo en el pensamiento día y noche. No de forma obsesiva, no te asustes, pero sí de una forma muy intensa. En cuanto me despierto por la mañana ya estoy impaciente por hablar contigo, por escuchar tu voz, por verte, por abrazarte, por besarte, por amarte, por ………..hacerte el amor, haciéndote gozar al máximo ……..

Inconscientemente James había bajado la voz. No quería que las personas que estaban en las mesas cercanas pudieran escuchar lo que le estaba diciendo. Eran cosas muy íntimas, que le salían directamente del corazón. No sé si tú sientes algo parecido – siguió diciendo. Pero para mí es muy importante que sepas lo que siento por ti, que lo entiendas. No sé si me he expresado correctamente, no sé si te estoy asustando…… Paty ¿estás bien?

Paty estaba mirándole con los ojos muy abiertos, casi fuera de las órbitas. James estaba describiendo exactamente lo que ella sentía. En realidad ella no lo hubiera podido expresar mejor. Tenía un nudo en la garganta, no podía hablar. Estaba muy emocionada, realmente James se había expresado de una forma tan sencilla y a la vez tan intensa, tan emotiva……. se le veía también muy emocionado.


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2 comentarios:

  1. Cuidado, chicos, os estais enamorando!. Dejad que os dé un consejo: seguid como hasta ahora, no penseis en ir a vivir juntos, casaros, y todas eas cosas. La convivencia lleva a la costumbre, a la rutina, ardará más o menos, pero aaunques ahora os parezca iposible con el tiempo se pierde gran parte del "glomour". Seguid como hasta ahora, amantes o "novios", pero cada uno en su casa, así todo esto tan hormoso que teneis durará mucho más, os lo digo por experiencia. El diablo sabe más por viejo que por diablo! Que opinais, chicos y chicas, a que tengo razón?

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    1. Bueno, cada relación es única, yo cobozco parejas que sufuen queriéndose después de muchos años, pero el "enamoramiento" inicial si que con el tiempo "baja", eso es normal.....

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