Silvia no
sabe qué hacer, no quiere marcharse sin tener confirmación de que la empresa va
a retirar los cargos, no quiere volver a ver a Luke si no poder darle buenas
noticias…
Se queda
mirando al Sr McCarthy, está a punto de llorar otra vez…
- Silvia,
quédate aquí si quieres tómate una manzanilla y vamos a ver si nos dicen algo
pronto.
- De acuerdo,
no me veo capaz de volver a ver a Luke y no poder decirle que todo saldrá bien…
Silvia se
sienta mientras la asistenta le trae una taza de manzanilla. Pasan los minutos, muy
lentamente, el tiempo parece detenido en esa incertidumbre de no saber. Es muy
grave que Luke entrara como un ladrón en el centro comercial, pero no hizo nada
más que buscar cintas, no hizo nada más, ya les han castigado severamente con
la decisión de nunca más ser contratados por una empresa del grupo, ¿qué van a
ganar amargándole la vida a un joven que siempre ha dado lo mejor de sí? – va
pensando Silvia….
Tras más de
40 minutos de larga espera la puerta del despacho se abre de nuevo.
- Silvia, ya
han tomado una decisión al respecto.
Silvia,
sobresaltada y muy asustada se pone de pie y se acerca a la puerta del
despacho. El sr McCarthy la hace pasar.
- Van a
retirar los cargos, entienden que no sirve de nada continuar con esto, pero los
de la embajada están al tanto y no sabemos cómo ellos van a actuar ahora.
- Bien,
mierda – dice Silvia….
Está muy
contenta de que la empresa vaya a retirar los cargos, pero ahora parece que la
mecha de la dinamita es cada vez más corta y podría explotar en sus narices en
cualquier momento.
- Muchas
gracias – dice Silvia.
- No hay de
qué. Mantenme informado ¿ok? Si puedo hacer algo más avísame.
- Lo haré, es
usted una gran persona – dice Silvia caminando hacia la salida para coger el
ascensor e ir a hablar con Luke…
Cuando Silvia
llega a comisaría el teniente Smith la está esperando, y a su lado está Luke,
libre, con su ropa de calle y sonriente.
- Silvia, nos
han notificado que la empresa ha retirado todos los cargos, así que Luke se
puede marchar ya. Tenéis que estar localizables por si necesitamos que
testifiquéis contra el vigilante o por si surge cualquier cosa.
Silvia está
muy feliz de ver a Luke libre, no sabe si debe decirle algo acerca de las
“malas noticias” pero lo primero que se le ocurre es darle un abrazo. Un abrazo
muy muy fuerte, tiene mucho miedo de lo que pudiera suceder.
Seguidamente
el agente Smith le da una mano acompañada de una plamadita en el hombro.
- Silvia, has
actuado como una profesional, nos has impresionado, eres muy fuerte y valiente.
Luke tiene suerte de tenerte.
- Muchas
gracias – dice Silvia – medio avergonzada, sonrojándose al recordar la locura
de hace dos días cuando se dejó llevar por los nervios y la tensión y acabo
teniendo sexo con el agente…
- Ya os
podéis ir – dice el teniente.
- Muchas
gracias por el trato de favor – dice Luke, no lo olvidaremos nunca.
Silvia y Luke
salen por la puerta abrazados y sonriendo.
- Ah!! Qué
bien me sienta ver la luz del sol!!! – dice Luke al que le han parecido una
eternidad los tres días de calabozo.
- Sí, que
bien que estés fuera, te necesito ahora…. – dice Silvia.
Los dos se
miran pícaramente y sonríen. Se aprietan fuerte el uno contra el otro y ponen
rumbo al apartamento.
Al llegar a
casa no les da tiempo ni a subir las escaleras. Se besan apasionadamente en el
rellano, suben hasta el primer piso y allí contra la pared las ganas de
entregarse el uno al otro superan las ganas de llegar a casa en el segundo piso…
Luke mete su
mano en los pantalones de Silvia mientras la besa y la muerde apasionadamente
en el cuello. Ella le tira del pelo como si le quisiera arrancar el cuero
cabelludo de cuajo.
Sus lenguas
se enredan e invaden sus bocas para recorrer cada milímetro de sus cavidades y apresar
sus labios con fuerza y devoción.
Luke abre la
blusa de Silvia, le aprieta los pechos, con manos firmes pero sensibles, y baja
con sus labios y su lengua hacia los pezones de Silvia que se agarra a la
baranda de la escalera fuertemente.
Luke se la
quiere comer, le besa los pechos succionando sus pezones y sigue bajando hacia
el ombligo. Le abre los pantalones y se los baja hasta las rodillas. Luego le
baja las braguitas y la coge fuertemente para sentarla en la escalera. Luke
introduce su cabeza entre las piernas de Silvia que están limitadas por el tiro
del pantalón. Ella no se puede mover, y Luke empieza a chupar el sexo de Silvia
con tanta pasión que ella siente que va a caer.
Luke quiere
darle mucho placer a Silvia, y lo está consiguiendo. Ella no puede agarrarse
muy bien a ningún sitio, la embiste con demasiada fuerza, casi con fúria,
haciéndole sentir como se prepara en su interior un orgasmo inminente. Se
agarra con una mano a la baranda y con la otra se agarra a la cabeza de Luke
apretándole con su clítoris.
Silvia se
corre, su cuerpo se estremece y se sacude a causa de las olas de placer que le
llegan una tras otra. Luke no para, mientras él sigue chupando ella intenta
pararle pero, el mete sus dedos en ella en busca del punto G en la parte
interior de su vagina.
La masajea,
ella está delirando de placer, temblando y gimiendo sin parar. Los dedos de
Luke parecen expertos, la posición es complicada, pero Silvia está disfrutando
como loca. Siente algo nuevo, un placer que no había sentido nunca antes, de
nuevo la presión en el clítoris le parece como si un nuevo orgasmo estuviera
llegando, pero es distinto, la sensación por dentro y por fuera es como si
fuera a hacerse pipi, no aguanta más, no puede más, de repente un gran placer
emerge desde dentro, Luke ha estimulado bien su punto G, gran cantidad de
líquido blanquecino emerge de la vulva de Silvia de forma inesperada….
Nunca había
tenido un orgasmo así.
Luke está
contento. La mira mientras ella trata de recomponerse. Silvia respira muy
rápido, le cuesta enfocar sus ojos, su cuerpo está como paralizado, pero de
repente se oyen pasos en el rellano. Alguien acaba de entrar y va a subir.
Luke la coge
en sus brazos y sube la escalera rápidamente para entrar en casa sin ser
vistos.
Una vez
dentro Silvia empieza a reaccionar.
Luke la besa,
se enredan de nuevo y Silvia lanza sus pantalones volando en medio del salón.
Coge a Luke y
le empuja contra la pared. Tira su camiseta hacia arriba y se la saca
rápidamente. El pecho fuerte y ligeramente velludo de Luke la vuelve loca. Silvia
hunde su nariz en su piel para respirar su olor, y luego empieza a lamerle y
besarle, a veces delicadamente y a veces con ligeros mordisquitos.
Silvia va
bajando para proporcionar a Luke tanto placer como pueda, pero entonces suena
el timbre.
Silvia se
esconde y Luke abre la puerta quedándose medio tapado por la puerta para ver
quién es.
- Correo
certificado para Luke Willkins.
Luke lo
acepta y firma la recepción de la carta.
Lleva sello
de la embajada de Nueva Zelanda. La carta es una notificación conforme Luke,
dado sus antecedentes, no puede recibir prorroga de residencia en Estados
Unidos. La fecha límite en la que debe abandonar el país es de una semana a
partir de hoy mismo.
Silvia no se
lo puede creer, él tampoco…. ¿Qué van a hacer ahora?
Se tumban en
la cama pensando en opciones, miles de conversaciones, o recursos que podrían
presentar, pero no tienen ni idea de si habrá solución….
Silvia no
puede imaginarse vivir sin Luke en Los Angeles. Luke no quiere volver a su país
pero cree que con tan poco margen de tiempo no lo podrán evitar.
Deben
aprovechar los días que les quedan juntos. Después de tanto luchar y tanto
disfrutar quizás es el momento de poner un punto final a su aventura. Quizás no
estaban predestinados a estar juntos, la distancia será demasiado grande….
Pasan los
días. Los dos han aprovechado al máximo el tiempo y han intentado conseguir una
prórroga, pero a pesar de que los cargos contra él ya no existen, la maquina
burocrática no se para. Luke se debe marchar.
Silvia ha
decidido marcharse de Estados unidos también. No tiene sentido quedarse allí
ahora. Quedan dos semanas para terminar el master y luego intentará conseguir
prácticas en una empresa internacional con oficinas en Nueva Zelanda. Parece
una buena idea, pero no sabe si lo podrá conseguir. Parece que el destino ha
decidido ponérselo difícil, pero así es la vida, no siempre las cosas salen
como a uno le gustarían….
Silvia y Luke
se despiden en casa. Hacen el amor toda la noche y luego Luke se marcha
silenciosamente sin despertarla dejándole una nota de amor al lado de la
almohada.
- I love you
my crazy Elf. I will always love you.
FIN
Una separación forzosa, pero quizás no definitiva. Seguirás más adelanate con la historia? Eso espero, ha sido divertida e ingeniosa.
ResponderEliminarEspero impaciente la nueva historia de Paty
Gracias, me alegro de que te haya gustado…. La historia de Paty empieza hoy, algo distinto, nada navideño, y con mucho ritmo.
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