Ok – contestó él - pero primero ¡tomemos un poco de
vino, preciosa, estoy sediento! Brindaron y tomaron un largo sorbo de vino
blanco, muy seco y muy frío, uuuuuummmmmm, delicioso – dijeron ambos al mismo
tiempo. Tomaron fotos, primero por separado
para que se pudiera ver la mesa y después algunas juntos, muy muuuuuuy
juntos ….. se besaron y por fin empezaron a comer, charlando animadamente.
La música sonaba agradablemente, algunas eran lentas
y otras con un buen ritmo. Con una de ellas, Paty no pudo evitarlo, se levantó
y su puso a bailar, él hizo lo mismo y en un momento ambos estaban bailando al
unísono, muy juntos, mirándose a los ojos. La siguiente canción tenía mucha
marcha y ella jugó, provocativamente, moviendo sus caderas al compás de la
música. Él la miraba como hipnotizado, no podía apartar sus ojos de ella,
realmente algo estaba pasando entre ellos, algo MUY HERMOSO.
La tomó de la mano y volvieron a sentarse. Habían
terminado con todo, también el vino se había acabado. Recogieron todo,
dejándolo en el lavavajillas y James descorchó una botella de cava. Elle le
preguntó si le apetecía un helado y él dijo que si, así que fueron con las
copas de helado y el cava de nuevo a la terraza.
A esa hora ya hacía un poco de frío en la terraza,
así que decidieron quedarse en el salón. Entraron otra vez las copas de cava,
los helados y las velas y se sentaron cómodamente en el sofá. Bromearon con su
apetito, “los dos comemos como limas”, ja ja. No ha quedado nada. Rieron, comentando que las cosas buenas hay
que saber disfrutarlas.
Y desde luego los dos sabían hacerlo. Disfrutaban de
la buena comida y bebida, de la música y
del baile, del deporte, de la naturaleza, del sexo ….. Realmente tenían muchas
cosas en común, les pasaban las horas volando, charlando y riendo. Terminó la
música y decidieron escuchar la música de Celine Dion, más tranquila. Se
miraron y sin mediar palabra entre ellos, se enlazaron y bailaron muy juntitos,
abrazados. Empezaron a besarse, ella de puntillas en sus altísimas sandalias.
James se dio cuenta que llevaba muchas horas con los
tacones puestos, así que después de la primera canción la tomó de la mano, la
hizo sentarse en el sofá y le quitó las preciosas sandalias, lentamente,
delicadamente, acariciando con suavidad sus pies pequeños y un poco cansados de
toda la noche “subida allí arriba”, como había dicho Paty, bromeando, total
para nada, ya que tenía que ponerse de puntillas igualmente para besarle, ja
ja.
Pero entonces, allí, cómodamente estirada en el
sofá, se aprovechó de su situación de ventaja y le tomó las manos, inclinándole
hacia ella, le abrazó con fuerza y empezó a besarle la frente, los ojos, el
cuello, volviendo a su cara y sus labios, Le besó largamente, con esos besos
que le decían tantas cosas a James. Éste estaba encantado de que ella tomara la
iniciativa, se sentía halagado y contento. Ella recorría su espalda con sus
manos, pasando sus uñas ligeramente por ésta, lo que hizo que un escalofrío le
recorriera de arriba abajo, de pies a cabeza.
Uuuuffff, ¿qué tiene esa mujer que me vuelve loco?
Sólo me está acariciando la espalda y yo ya estoy totalmente excitado, deseando
estar con ella para besarla, acariciarla, hacerle el amor hasta quedar
extenuados los dos. ¿Cómo es posible? Creo que me estoy enamorando
profundamente, ooooohhhh, esos labios – pensó. No puedo evitarlo, me vuelve
loco, totalmente loco……
Sintió que ella respiraba más deprisa, aceleradamente.
¿Ella está como yo? ¿Se siente como yo?
¿O solamente es una mujer abierta y moderna, muy sensual, que goza del
sexo y que conmigo lo pasa muy bien? Pero no – pensó. Si sólo fuera sexo, no
pasaríamos estas veladas tan encantadoras charlando, riendo, cocinando y
cenando juntos. ¡No es sólo sexo, es mucho más que eso, al menos, para mí!
Ya habían pasado dos noches juntos, durmiendo
abrazados toda la noche después de haber hecho el amor con mucha pasión y
deseo, pero también con ternura, con sentimiento, con cariño, oooooohhhhh, no
puedo pensar, me está besando de esa forma como sólo saber hacerlo ella, nadie
más me ha besado así, ¡waaaauuuu, me
vuelve loco!
Para disimular su excitación la tomó de las manos,
sonriendo, y la puso en pie pidiéndole “respetuosamente” bailar de nuevo con
él, como un galán de cine, inclinado y con una mano en el pecho y la otra en la
espalda. Ella le dijo que estaba descalza y él respondió descalzándose también
él, para estar en igualdad de condiciones. La romántica música sonaba y ellos
estaban fundidos en su abrazo, siguiendo el ritmo lento y romántico de la
música.
Después de varias canciones, se percibía la
sensualidad en el aire, pero ninguno de los dos tomaba la iniciativa todavía,
aunque los dos notaban que la excitación entre ellos iba en aumento. Ambos
estaban disfrutando del momento. De pronto ella empezó a desabrochar la camisa
de James y le empezó a besar el pecho, buscando sus pezones, pellizcándolos
como ella sabía que le gustaba, lamiéndolos y chupándolos.
Él se sentía indefenso en este momento, estaba
ensimismado en sus pensamientos pero al mismo tiempo sus sentidos estaban
reaccionando a las caricias de Paty, que aprovechaba la situación y estaba
tomando esta vez ella la iniciativa. Le he tomado por sorpresa, ja ja – pensó,
para sí misma.
Ella con cara traviesa siguió desabotonando su
camisa, despacio, mirándole a los ojos. Sus ojos verdes brillaban a la luz de
las velas. Sus labios entreabiertos sonreían, estaba gozando de verle a él un
poco “fuera de juego”, pero sentía que él estaba tan excitado como ella. ¿Está
bien, le pasa algo? – se preguntó. No había llegado aún a su pantalón, pero ya
notaba su potente erección. ¡Wwaaaau, está tan excitado como yo! – pensó - pero
le veo como pensativo.
Pero James ya estaba totalmente centrado en aquella
deliciosa mujercita. En aquel momento toda la atracción y el deseo que sentían
mutuamente se desató y ambos se dedicaron por completo a dar y recibir placer,
a hacer que la otra persona gozara al máximo de la pasión que sentían.
Se desnudaron el uno al otro, lentamente,
acariciando cada centímetro de sus bronceadas pieles, sin dejar ningún rincón
por explorar. Sus dedos recorrían sus cuerpos, sus lenguas también, hasta que
se encontraban sus labios y se fundían en besos a veces dulces, a veces
profundos y apasionados, hasta que les faltaba el aliento.
De pronto él levantó un momento la vista y se dio
cuenta que había un jarrón con unas plumas preciosas de pavo real. Le pidió a
Paty que no se moviera, que se quedara como estaba un segundo. Se levantó y
cogió, sin que ella lo viera, pues estaba de espaldas, una de las preciosas
plumas. Le dijo que no se asustara, y empezó a pasarle la pluma por las
piernas, por el vientre, por los senos, por los brazos.
Ella estaba sorprendida, por un momento le había
visto un poco con la cabeza en otra parte, pero ahora le veía completamente
centrado en hacerla gozar. Las caricias con la suave pluma eran sensuales, pero
no tocaba su sexo, sólo rozaba delicadamente las partes mencionadas, hasta que la
hizo volverse de espaldas, pasando la pluma por su nuca, por su espalda y por
sus piernas. La delicada pluma le hacía sentir unas ligeras cosquillas,
deliciosas cosquillas.
Paty tenía escalofríos por todo el cuerpo. ¿Qué
tiene ese hombre que me hace sentir la mujer más guapa y la más deseada? Creo
que ya lo sé. Creo que realmente desea darme placer y hacerme feliz, se nota en
cómo me acaricia, cómo me mira, cómo quiere hacerme gozar de forma sensual, no
busca sexo fácil y tener su orgasmo y terminar pronto, realmente se le ve feliz
de estar conmigo.
¿Es así como se siente él? ¿O es como me siento yo?
Porque yo sí quiero hacerle feliz, hacerle gozar, volverle loco de placer y
después quedarme acurrucada dormida entre sus fuertes brazos…. Ahora era ella la
que, aunque estaba disfrutando plenamente con James, tenía el pensamiento en
los sentimientos que estaba descubriendo por él y que empezaba a presentir que
él compartía. ¿O quizás no? La voz sensual de él la sacó de sus pensamientos……
Hola, pequeña – dijo James. ¿Dónde estás? En el
cielo – respondió ella. ¡Por favor, no pares, me encanta! James obedeció,
aunque había percibido que ella estaba pensando algo muy importante en aquel
íntimo y preciso momento. Se preguntó si ella estaba sintiendo lo mismo que él.
Ahora quería centrarse en hacerle el amor con toda la pasión y ternura de que
era capaz y después tendría que hablar con ella de sus sentimientos. Creyó que
aunque era pronto, era importante para los dos saber a qué atenerse.
Ella ya estaba totalmente centrada y disfrutando del
momento. Estaba realmente en el cielo, y se centró en gozar de las caricias de
James y posponer sus pensamientos para después. Pero tendría que hablar con él
de sus sentimientos y saber si estaban sintiendo lo mismo o no. Bueno, ahora le
tocaba el turno a él. Se incorporó y le dijo en tono autoritario: basta,
muchachote, ahora te toca a ti recibir esas deliciosas caricias. Nunca me
habían hecho algo así, la verdad es que tienes mucha imaginación, ja ja.
© RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS DE AUTOR
Pues acabo de llegar de vacaciones y menos mal que habéis reanudado el relato de Paty, me ha encantado, ya estoy deseando ver como sigue, estoy caliente!
ResponderEliminarYo iba retrasada con los capítulos, ahora estoy ponniéndome al dia, que bien, sa idea de la pluma se la voy a proponer hoy mismo a mi parejita, qué bien lo vamos a pasar!
ResponderEliminarYo soy la parejita, y la idea me parece genial, voy a por la plumaaaaaa! Prepárate mi amor, que te voy a dar gustito......
ResponderEliminar