viernes, 20 de diciembre de 2013

CAPITULO 9: CONTACTO CON TACTO


Las chicas me vienen a buscar y vamos juntas hacia el trabajo. Vamos charlando sobre el plan del día y sobre los chicos de la noche pasada…
Sin darnos cuenta llegamos al Valley. Hemos llegado un pelín pronto y las chicas deciden ir a tomar algo a la cafetería.
Yo les digo que tengo que ir al baño y empiezo a dar vueltas por el hall para ver si encuentro a Luke y tenemos un momento a solas…

De repente alguien me tapa los ojos desde atrás … estoy segura de que es Luke y pongo mis manos sobre sus manos. Inspiro profundamente y mis sensores reconocen directamente su olor, tan fresco y masculino a la vez … ahora estoy totalmente segura de que es él. Sigo con mis manos encima de las suyas y lentamente doy un paso hacia atrás. Nuestros cuerpos ahora están pegados, el uno contra el otro. Noto el calor que su cuerpo emana contra mi espalda. Muevo mis manos suavemente deslizándolas hacia sus antebrazos, y entonces digo:
- Eres Luke, el duende travieso!
Luke libera mis ojos y coloca sus manos en mis hombros. Yo giro mi cabeza hacia la derecha inclinándola un poquito hacia la izquierda al mismo tiempo. Mis labios se acercan a él. Le besaría en la boca en ese momento, pero me da vergüenza, quizás sería poco apropiado allí, en medio del hall, con tantos espectadores. Delante nuestro hay ya un grupo de "espías", un grupo de niños con la maestra ya aguardan fuera en fila india para ver a Santa Claus.

Le miro en vez de lanzarme a por un beso y le sonrío.

- Buenos días “mi duende favorito” – dice Luke.
- Buenos días – respondo yo.
- Me dejaste plantado ayer – dice Luke.
- ¿Plantado? Si no habíamos quedado … - le digo yo sorprendida por su entrada.
- No habíamos quedado porque no me diste tiempo a pedírtelo, te fuiste sin despedirte. Pero hoy no te me vas a escapar: ¿Quieres que vayamos a tomar algo después del trabajo? – dice Luke.

Me quedo pensando durante unos instantes, me vuelve a la cabeza el sueño de la noche anterior y me entran ganas de ponerle las manos y la lengua encima a Luke inmediatamente, pero necesito controlarme … cada cosa a su tiempo … debo dar una respuesta controlada y serena, como si no fuera realmente algo “tan genial” lo de recibir una propuesta para una cita …

- Ayer salí ya con las chicas y se nos hizo un poco tarde, no se si tengo ganas de tanta gente otra vez – le contesto yo.
- Pues entonces has captado la idea: esta noche nos vamos juntos: solos tu y yo, nadie más, esto es una cita – dice Luke, y añade -  Si puede ser me gustaría que no lo comentaras con los demás … no quiero chismorreos en el trabajo. Somos un equipo y no quiero que crean que tengo preferencias por alguien … - dice Luke.
- Está claro - respondo yo - entonces te esperaré en la calle, le diré a las chicas que estoy cansada y me iré rápidamente antes de que ellas quieran acompañarme.
Te esperaré en la esquina del boulevard Antique.

No se si reírme o caerme al suelo … que mono, y que directo, no me ha dado tiempo a nada, está claro que le gusto, ha dicho que era una cita, y … estoy flotando ...

Sobre si tiene novia, ya lo averiguaré después ... 
Le sonrío y le pido que me siga hacia el vestuario con un gesto de cabeza y elevación de ceja casi profesional.

Luke me mira sorprendido, creo que he sido demasiado directa … pero no soy yo, son las hormonas o las feromonas, o yo que sé qué, ahora viene hacia mí, y vamos al vestuario, donde se supone que vamos a desnudarnos …. 
Uy uy uy …. ¡¡¡Esto va muy rápido!!! 
A pesar de que le deseo no quiero parecer una mujer fácil, quiero darle todo lo que quiera, pero quiero conocerle un poco mejor antes de lanzarnos a la pasión ...

Entramos en el vestuario, dejo mi bolso en el banco, y me doy la vuelta. Luke está detrás de mí, cerca, muy cerca. Pone las manos en mi cintura mientras sonríe dulcemente. Me voy a derretir, ahora, ¡ joder qué guapo es !

- Me gusta mucho tu camiseta, es muy sexy - dice Luke mientras juega con el borde de la camiseta que esta más cerca de mi ombligo - No sé qué hacer contigo, creo que tu presencia pone muy nervioso al jefe – dice Luke – y estos pantalones … tan ajustados … creo que estarías más cómoda sin ellos. 

Luke lo dice serio, no sonríe ésta vez. Creo que se muere de ganas de tenerme ... tiene esa mirada que tienen los chicos cuando te van a comer. Su mirada es como la de una fiera que espera el momento preciso para abalanzarse sobre su presa ...

- Mi jefe estará bien, le contesto yo. Es un hombre fuerte y lo resistirá – le hablo mientras mi corazón palpita a velocidad supersónica y mis pezones se ponen duros por estar tan cerca de él.
Luke se acerca todavía más, presiento que va a besarme … se acerca más y más, ladea la cabeza ...
- Es hora de cambiarse – dice finalmente en mi oído.

No contesto, me gustaría agarrarle por el cuello y besarle intensamente, pero justo entonces, la puerta se abre, allí están las chicas y dos de los chicos.

- Sí, realmente es hora de cambiarse – pienso, y le miro mientras camina disimuladamente hacia el otro lado de la sala y saluda a los colegas.

Las chicas no se han dado cuenta, creo, entraban hablando unas con otras y no se han fijado en mi expresión … me siento sofocada, no se si mis mejillas están rojas pero las noto ardiendo … uf, uf, y ahora a desnudarme, con Luke ahí mismo ….


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