Quizás para él era sólo una forma cariñosa de hablar
y ella estaba exagerando el significado. Realmente era un hombre muy muy
cariñoso, aparte de muy apasionado, pero esas palabras no las decía sólo en los
momentos apasionados, tendría que averiguar, cuando hablara con él, lo que para
él significaba.
Ella era más reservada con su lenguaje, no era tan
abierta y espontánea, tenía un poco de “sentido del ridículo” y había estado a
punto de llamarle tesoro dos veces, en momentos muy íntimos, y finalmente se
había contenido para no llevar a confusión lo que estaba sintiendo, puesto que
ni ella misma estaba segura de sus sentimientos. Tendremos que hablar largo y
tendido de todo esto, parece que él también lo desea, así que ya veremos, pero
realmente siento que estamos empezando algo muy muy importante, al menos para
mí.
Paty conducía como una autómata, ensimismada en sus
pensamientos. De pronto, el coche que
tenía delante frenó de golpe, pasaba un perro por la carretera y casi lo pilla.
Paty reaccionó con rapidez, justo a tiempo, su coche quedó a escasamente un
centímetro del de delante. Uuuf, por poco - pensó. Después del frenazo y de
comprobar que no había pasado nada, que todo había quedado en un susto, se
centró en la conducción y en el trabajo, dejando para después el pensar en lo
que sentía por James.
Las horas fueron pasando. A mediodía él le envió un
corto mensajito, diciéndole que pensaba en ella y que tenía ganas de verla, a
lo que ella le contestó que ella se sentía igual. Por fin Paty había podido
terminar su jornada laboral a tiempo y a las 6 de la tarde en punto se dirigió
a su casa, cantando alegremente con la música de Gloria Stefan en el coche.
Faltaban sólo 5 minutos para las 7 y Paty ya estaba
recién duchada, acababa de servirse una copita de vino blanco que sostenía en
la mano y acababa de sentarse cómodamente en el sofá. Estaba cogiendo el
teléfono para llamarle, quería demostrarle que ella también tenía iniciativa y
no era de las que esperaban que el hombre lo hiciera todo, pero en ese preciso
instante sonó su móvil.
¡Caramba, qué puntual, se me ha adelantado, no me ha
dejado tiempo para llamarle yo! – se dijo para sí misma. Impulsivamente y sin
mirar, convencida de que era James, contestó contenta: ¡qué tal, chico sexy!
¿Te atreves a plancharme el vestido que arrugamos ayer? Ja ja
¿Eh? ¿Qué? ¿Cómo? Paty ¿eres tú? Paty se quedó
helada ¡no era James! ¡Madre mía, qué ridículo tan espantoso había hecho! Pero
esa voz, ahora estaba desconcertada, conocía la voz, pero estaba tan
desconectada de todo lo que no fuera James en aquel momento, que no podía
concentrarse en otra cosa. Por fin, la voz al otro lado del teléfono repitió:
Paty ¿eres tú?
Oh, sí – contestó ella apresuradamente. Disculpa, te
había confundido con otra persona. Era un compañero de trabajo, que quería
hacerle una consulta. Se disculpó por llamarla a casa fuera del horario
laboral, pero era un tema urgente que había surgido después que ella se
marchara. Ella le dijo que no se preocupara, intentó concentrarse en el trabajo
y estuvieron hablando del tema unos 5 minutos, hasta que se pusieron de acuerdo
en cómo solucionar el tema.
Se despidieron y él muy cordialmente le volvió a pedir
disculpas y le dijo que para compensarla por robarle parte de su tiempo libre,
estaría encantado de invitarla a tomar una copa. Le dijo que últimamente estaba
muy guapa, que era una mujer muy atractiva e interesante y bla bla bla.
Uuuuuuffff Paty pensó: ¿ha sido todo una excusa para intentar ligar conmigo?
Después se contestó ella misma – vamos Paty, no seas malpensada, es un buen
compañero que sólo quiere ser amable.
Paty le dijo que no tenía importancia y que no tenía
que compensarla por nada. Que podía contar con ella para cualquier tema
relacionado con el trabajo (dejando claro que SÓLO tema trabajo). Era un hombre
agradable y atractivo. Estaba casado y con hijos de corta edad, que hasta ahora
nunca se había insinuado.
Así que no le dio más importancia y no pensó más en
ello, pensó que se había equivocado y había malinterpretado su amabilidad. Le
dijo hasta mañana y se despidieron, no sin que él insistiera en invitarla a
tomar una copa cuando ella quisiera.
Cuando colgó vio que tenía una llamada perdida, era James, por supuesto,
siempre tan puntual. Le devolvió la llamada, le explicó la “plancha” nunca
mejor dicho, que acababa de hacer al teléfono cuando pensó que era él y los dos
rieron con ganas. Quedaron en dar un paseo por la playa, hacía
una tarde preciosa. Quedaron en encontrarse en la heladería donde se vieron con
sus amigos.
Paty se vistió rápidamente, estaba un poco asustada
de lo que sentía por James. Estaba ansiosa por verle, le temblaban un poco las
piernas. Hacía mucho tiempo que no se sentía así. Pensó en los momentos vividos
con él y notó que su temperatura corporal subía de inmediato. Intentó
concentrarse en la ropa para vestirse: se puso unos leguins azul turquesa, con
una camiseta ajustada de color blanco.
Se calzó unas cómodas sandalias. Si iban a pasear no
eran adecuados unos tacones como los de la otra noche, ja ja. Un poco de
perfume suave, rímel en las pestañas y brillo en los labios y nada más. Se miró
al espejo: sencilla y elegante - pensó. ¿Quizás demasiado sencilla? Cogió un
collar con bolitas turquesa y se lo puso. Mejor, un toque de color en su cuello
y pendientes a juego, divertidos y veraniegos.
Un toque importante para ella, “como siempre,
conjuntada”, como le decían siempre sus amigas. Le gustaba cuidar todos los
detalles, lo había “heredado” de su madre, que tenía muy buen gusto. Cogió un
pequeño bolso y metió dentro un foulard blanco enorme por si refrescaba, poder
ponérselo por los hombros. Salió con el tiempo justo para llegar a la hora
convenida.
Él ya la estaba esperando cuando llegó. Lucía jeans
blanco, con un polo azul-verde turquesa. Parecía que iban de conjunto pero al
revés, se miraron intensamente, se sonrieron y se besaron largamente. Estaban
en medio del paseo, cogidos de las manos
y besándose, sin percatarse de nada de lo que ocurría a su alrededor.
Finalmente se soltaron y decidieron sentarse a tomar
un delicioso helado. Ninguno de los dos hablaba. Ambos tenían sentimientos muy
fuertes hacia la otra persona y ambos querían aclarar lo que sentían, pero
ninguno de los dos decía nada de momento. Estaban allí, tomados de las manos,
mirándose casi sorprendidos de la intensidad de lo que sentían y ambos
preguntándose si el otro sentía lo mismo.
Llegaron las copas de helado. ¡Waaau, preciosas! les
habían puesto bengalas de colores, a ella siempre le habían parecido un poco
“horteras”, pero en ese momento le parecieron realmente bonitas. Empezaron a
comer cada uno su respectivo helado, comentando ambos que estaba delicioso. Se
dieron a probar mutuamente, lamiendo con gusto la cucharilla, dejándola
completamente limpia.
Realmente estos helados son excelentes – dijo James.
Sí, creo que son italianos – contestó Paty, mientras gozaba del helado (y de la
compañía, por supuesto). El la estaba
mirando con esa mirada suya, profunda, intensa, que la hacía temblar por
dentro. Ella no bajó los ojos, sostuvo su mirada también, aunque estaba
sintiéndose un poco azorada. Notaba su perfume, tan masculino y se estaba
poniendo muy nerviosa……
Volvieron a sonreír, él le limpió el labio con una
servilleta, puesto que tenía un poco de helado en la comisura de la boca, y se
acercó a ella, besándola suavemente de nuevo. Ella le devolvió el beso,
sintiendo que toda ella temblaba por dentro. Notó que él la tomaba de la mano y
la acercó más hacia él, abrazándola contra su pecho. Ella percibió entonces que
él también temblaba. No pudo soportarlo más y Paty dijo: ¿Qué nos está
pasando……..?
James no la dejó seguir, y le dijo: Paty, en ese
momento yo estoy temblando por dentro, no puedo dejar de mirarte, no puedo
dejar de pensar en los momentos que hemos vivido juntos, te tengo en el
pensamiento día y noche. No de forma obsesiva, no te asustes, pero sí de una
forma muy intensa. En cuanto me despierto por la mañana ya estoy impaciente por
hablar contigo, por escuchar tu voz, por verte, por abrazarte, por besarte, por
amarte, por ………..hacerte el amor, haciéndote gozar al máximo ……..
Inconscientemente James había bajado la voz. No
quería que las personas que estaban en las mesas cercanas pudieran escuchar lo
que le estaba diciendo. Eran cosas muy íntimas, que le salían directamente del
corazón. No sé si tú sientes algo parecido – siguió diciendo. Pero para mí es
muy importante que sepas lo que siento por ti, que lo entiendas. No sé si me he
expresado correctamente, no sé si te estoy asustando…… Paty ¿estás bien?
Cuidado, chicos, os estais enamorando!. Dejad que os dé un consejo: seguid como hasta ahora, no penseis en ir a vivir juntos, casaros, y todas eas cosas. La convivencia lleva a la costumbre, a la rutina, ardará más o menos, pero aaunques ahora os parezca iposible con el tiempo se pierde gran parte del "glomour". Seguid como hasta ahora, amantes o "novios", pero cada uno en su casa, así todo esto tan hormoso que teneis durará mucho más, os lo digo por experiencia. El diablo sabe más por viejo que por diablo! Que opinais, chicos y chicas, a que tengo razón?
ResponderEliminarBueno, cada relación es única, yo cobozco parejas que sufuen queriéndose después de muchos años, pero el "enamoramiento" inicial si que con el tiempo "baja", eso es normal.....
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